Frases positivas

miércoles, 30 de enero de 2013



Pregunten a una flor silvestre “¿Te sientes inútil porque todo lo que haces es reproducir otras flores semejantes?” Y ella responderá: “Yo soy bella y la belleza es en sí mi razón de vivir”.

Pregunten a un rio “¿Te sientes inútil porque todo lo que haces es correr siempre en la misma dirección?” Y él responderá: “No estoy intentando ser útil; estoy intentando ser un rio”.

No intentes ser útil, intenta ser tú: con eso basta y hace toda la diferencia.

No camines más rápido ni más despacio que tu alma, porque ella te enseñará, a cada paso, cuál es tu utilidad.

A veces es participar en un gran combate.

A veces es sonreír sin motivo a una persona con quien te cruzaste casualmente en la calle.

Sin haber tenido la menor intención, puedes haber salvado la vida de un desconocido que también se consideraba inútil.

Manuscrito encontrado en Accra


-Paulo Coelho-

La Rosa Roja








La rosa roja, el símbolo del amor 

Las rosas son una de las flores preferidas por las mujeres. Pero no todas tienen el mismo significado. Y, si la mujer a la que va dirigido el ramo conoce el lenguaje de las flores, puede no ser tan bien recibido como uno esperaba.

 Si en un momento de crisis en la pareja se regala un precioso ramo de rosas amarillas, la ruptura está casi asegurada. Por bonitas que sean, significan debilitamiento del amor, celos e inseguridad. En esta situación, es mejor pecar de tacaño y regalar sólo una rosa blanca que simboliza la inocencia.

Con las rosas rojas, no existe peligro de equivocación, siempre se acierta: expresan belleza. 


La rosa blanca y roja, mezcla de sentimientos. La rosa sin espinas, sin miedo. La rosa blanca, "soy digno de ti". Y la rosa de Navidad, "alivia mi ansiedad".  




Leyenda griega de la rosa roja

 En tiempo de los antiguos dioses , vivia en la ciudad griega de Corinto una señora de nombre Rodanta. Era soberanamente bella, y su casa era visitada por reyes y soberanos deseosos de su amor.

Huyó Rodanta de la turba de adoradores, y se refugió en el Templo de Artemis, la blanca y hermosa diosa de la pureza. Siguiéronla sus adoradores que ayudados por los habitantes de Corinto rompieron las puertas del sagrado recinto.


Ofendida Artemis por el ultraje, convirtió a Rodanta en una encarnada rosa, que aún vive teñida con el carmín de las encendidas mejillas de Rodanta, cuando su hermoso rostro sufrió las miradas de sus admiradores.


Los profanadores quedaron convertidos, a su vez, en las espinas que defienden los encantos de Rodanta.



Fuente: biblioteca.org.ar




 

Si tienes la paciencia de la Tierra...








sábado, 26 de enero de 2013

He construido castillos tan hermosos en mis sueños
que solo con las ruinas me conformaría.